La mera presencia de una mascota en la familia durante la infancia puede facilitar la expresión emocional y mejorar el control de impulsos en los niños. Esto ocurre porque los animales de compañía pueden ayudar a los niños a aprender a expresar y comprender la comunicación no verbal[i] y a descifrar las intenciones, lo que conduce a una mejor comprensión de las emociones propias y ajenas[ii].
Las niñas y los niños que establecen fuertes vínculos con un animal de compañía desarrollan más su empatía y tienen mayores orientaciones prosociales que aquellos que no conviven con un animal. Además, existe una sensación de logro cuando un niño cuida exitosamente a su mascota.
Este cuidado exitoso colabora en el desarrollo de la autoestima y las competencias sociales durante la infancia [iii].
Algunas investigaciones afirman que incluso las interacciones breves con perros, aunque no sean propios, pueden reducir los niveles de estrés en los más pequeños [iv]. También se sabe que las mascotas aumentan el nivel de actividad en los niños.
Además del desarrollo emocional, existe evidencia de que la exposición temprana a los animales de compañía reduce el riesgo de desarrollar asma y alergias más adelante en la vida.
0] Vidovic, V. V., Stetic, V. V., & Bratko, D. (1999). Pet ownership, type of pet, and socio-emotional development of school children. Anthrozoös, 12 (4), 211-217.
[Ii] Sato, R., Fujiwara, T., Kino, S., Nawa, N., & Kawachi, I. (2019). Pet ownership and children's emotional expression: Propensity score-matched analysis of longitudinal data from Japan. International journal of environmental research and public health, 16(5), 758.
[iii] Purewal, R., Christley, R., Kordas, K., Joinson, C., Meints, K., Gee, N., & Westgarth, C. (2017). Companion animals and child/adolescent development: a systematic review of the evidence. International journal of environmental research and public health, 14(3), 234.
[iv] Crossman, M. K., Kazdin, A. E., & Knudson, K. (2015). Brief unstructured interaction with a dog reduces distress. Anthrozoös, 28(4), 649-659.